NORMAS DE AUDITORIA
Generalidades
La auditoria es una actividad profesional. En
este sentido implica, al mismo tiempo, el ejercicio de una técnica
especializada y la aceptación de una responsabilidad pública. Como profesional,
el auditor desempeña sus labores mediante la aplicación de una serie de
conocimientos especializados que vienen a formar el cuerpo técnico de su
actividad; sin embargo, en el desempeño de esa labor, el auditor adquiere
responsabilidad, no solamente con la persona que directamente contrata sus
servicios, sino con un vasto número de personas, desconocidas para él que van a
utilizar el resultado de su trabajo como base para tomar decisiones de negocios
o de inversión.
La auditoria no es una actividad meramente
mecánica que implique la aplicación de ciertos procedimientos cuyos resultados,
una vez llevados a cabo, son de carácter indudable. La auditoria requiere el
ejercicio de un juicio profesional, sólido y maduro, para juzgar los
procedimientos que deben seguirse y estimar los resultados obtenidos.
La dificultad que representa resolver el
problema de la calidad del trabajo profesional mediante el establecimiento de
procedimientos mínimos, obligó a las organizaciones profesionales de Contadores
Públicos y a los distintos grupos e instituciones que tienen relaciones con la
actividad profesional de los auditores, a buscar otro camino por el cual fuera
posible asegurar el suministro del servicio de auditoría sobre bases mínimas de
calidad satisfactorias para las personas que dependían de los servicios del Contador
Público independiente. Sobre esa corriente de ideas se llegó al convencimiento
de que, si bien no es posible establecer procedimientos uniformes mínimos para
la auditoría, si en cambio, existen ciertos fundamentos que son la base e inspiración
de los propios procedimientos de auditoría y que pueden ser definidos en términos
generales. A estos fundamentos básicos del trabajo de auditoría se les llama “Normas
de Auditoría”.
El trabajo profesional de auditoría, tiene una
finalidad y unos objetivos definidos que se desprenden de su propia naturaleza.
El auditor es llamado como un técnico independiente y de confianza para opinar
sobre los estados financieros formulados por la empresa, a efecto de que su
opinión sea una garantía de credibilidad respecto a esos estados financieros,
para las personas que van a usarlos como base para sus decisiones. En esa
virtud, el trabajo de auditoría tiene una finalidad y un objetivo que no
depende ni de la voluntad personal del auditor ni de la voluntad personal del
cliente, sino que se desprende de la misma naturaleza de la actividad
profesional de la auditoría. Esta característica obliga también a que el
trabajo profesional de auditoría se realice dentro de determinadas normas de
calidad.
La existencia de las normas de auditoría y la
naturaleza de ellas reconocen como fuente los siguientes dos hechos:
·
La auditoría es un trabajo de naturaleza
profesional.
·
La auditoría tiene características y
finalidades propias que le son connaturales.
Definición
Las
normas de auditoría: son los requisitos mínimos de calidad relativos a la
personalidad del auditor, al trabajo que desempeña y a la información que rinde
como resultado de este trabajo.
Las
normas de auditoría se clasifican en:
a)
Normas personales
b)
Normas de ejecución del trabajo
c) Normas de información
Normas personales
Las normas personales se refieren a las
cualidades que el auditor debe tener para poder asumir, dentro de las
exigencias que el carácter profesional de la auditoría impone, un trabajo de
este tipo. Dentro de estas normas existen cualidades que el auditor debe tener
pre adquiridas antes de poder asumir un trabajo profesional de auditoría y
cualidades que debe mantener durante el desarrollo de toda su actividad
profesional.
Entrenamiento técnico y capacidad profesional
El Trabajo de auditoría, cuya finalidad es la
de rendir una opinión profesional independiente, debe ser desempeñado por
personas que, teniendo titulo profesional legalmente expedido y reconocido,
tengan entrenamiento técnico adecuado y capacidad profesional como auditores.
Cuidado y diligencia profesional
El auditor está obligado a ejercitar cuidado y
diligencia razonables en la realización de su examen y en la preparación de su
dictamen o informe.
Independencia
El auditor está obligado a mantener una
actitud de independencia mental en todos los asuntos relativos a su trabajo
profesional.
Normas de ejecución del trabajo
Al tratar las normas personales, se señaló que
el auditor está obligado a ejecutar su trabajo con cuidado y diligencia. Aun
cuando es difícil definir lo que en cada tarea puede representar un cuidado y
diligencia adecuados, existen ciertos elementos que por su importancia, deben
ser cumplidos. Estos elementos básicos, fundamentales en la ejecución del
trabajo, que constituyen la especificación particular, por lo menos al mínimo
indispensables, de la exigencia de cuidado y diligencia, son los que
constituyen las normas denominadas de ejecución del trabajo.
Planeación y supervisión
El trabajo de auditoría debe ser planeado
adecuadamente y, si se usan ayudantes, éstos deben ser supervisados en forma
apropiada.
Estudio y evaluación del control interno
El auditor debe efectuar un estudio y
evaluación adecuados del control interno existente, que le sirvan de base para
determinar el grado de confianza que va a depositar en él; asimismo, que le
permita determinar la naturaleza, extensión y oportunidad que va a dar a los
procedimientos de auditoría.
Obtención de evidencia suficiente y competente
Mediante sus procedimientos de auditoría, el
auditor debe obtener evidencia comprobatoria suficiente y competente en el
grado que requiera para suministrar una base objetiva para su opinión.
Normas de Información
El resultado final del trabajo del auditor es
su dictamen o informe. Mediante él, pone en conocimiento de las personas
interesadas los resultados de su trabajo y la opinión que se ha formado a
través de su examen. El dictamen o informe del auditor es en lo que va a
depositar la confianza de los interesados en los estados financieros para
prestarles fe a las declaraciones que en ellos aparecen sobre la situación
financiera y los resultados de operaciones de la empresa. Por último, es
principalmente, a través del informe o dictamen, como el público y el cliente
se dan cuenta del trabajo del auditor y, en muchos casos, es la única parte, de
dicho trabajo que queda a su alcance.
Esa importancia que el informe o el dictamen
tienen para el propio auditor, para su cliente y para los interesados que van a
descansar en él, hace necesario que también se establezcan normas que regulen
la calidad y requisitos mínimos del informe o dictamen correspondiente. A esas
normas las clasificamos como normas de dictamen e información y son las que se
exponen a continuación.
Aclaración de la relación con estados o
información financiera y expresión de opinión.
En todos los casos en que el nombre de un
Contador Público quede asociado con estados o información financiera, deberá
expresar de manera clara e inequívoca la naturaleza de su relación con dicha
información, su opinión sobre la misma y en su caso, las limitaciones
importantes que haya tenido su examen, las salvedades que se deriven de ellas o
todas las razones de importancia por las cuales expresa una opinión adversa o
no puede expresar una opinión profesional a pesar de haber hecho un examen de
acuerdo con las normas de auditoría.
Bases de opinión sobre estados financieros
El auditor, al opinar sobre estados
financieros, debe observar que:
a) Fueron preparados de acuerdo con Normas de
Información Financiera;
b) Dichas normas fueron aplicadas sobre bases
consistentes;
c) La información presentada en los mismos y
en las notas relativas, es adecuada y suficiente para su razonable
interpretación.
Por lo tanto, en caso de excepciones a lo
anterior, el auditor debe mencionar claramente en qué consisten las
desviaciones y su efecto cuantificado sobre los estados financieros.
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